Los caballos o caballeros son las cartas del tarot que forman parte de las cartas cortesanas,
siendo el rango medio de la Corte. Como cada carta de la Corte, pueden
referirse a personas reales en la vida de la persona que consulta el
tarot, o a una manera específica de afrontar el futuro, que las cartas
nos aconsejan.
Imaginemos los caballos o caballeros en una corte medieval, en
relación con el castillo del que dependen. El caballo, al igual que la sota o paje, permanecen fuera del castillo. Pero hay varias diferencias al respecto, ya que el caballo ya formó parte del castillo, tuvo un entrenamiento y ahora sale como emisario.
El caballo representa a su palo en el mundo, con todas sus virtudes y
defectos. Representa a una persona técnica que domina una faceta de la
vida, y la aplica a todo para resolver sus situaciones, incluso aunque
no sea necesario. El caballo tiene la necesidad de demostrar ante el mundo
-tanto ante sí mismo, como ante la Corte-, que domina las situaciones y
es un digno representante de la Corte fuera de las fronteras del
castillo. Esta carta, además, tiene grandes aspiraciones, quiere ser Rey
algún día, y de ahi sus gran fuerza y también su gran problema, es
fuerte, tiene compromiso, pero es inexperto y carece de estabilidad; su
actuación está fuera de su alcance.
Dependiendo del tipo de tarot, su simbolismo cambia. Mientras las sotas juegan con su palo y lo muestran, el caballo se lo toma muy en serio.
Por ejemplo, el caballo de espadas está lanzado a la carga, el de
bastos lanzado al galope (sin que se sepa la razón), el caballo de copas
a paso lento y soñador, se concentra más en su palo, la copa, que en
cabalgar, mientras el caballo de oros está quieto, sólido, mirando el
mundo abajo antes del más mínimo movimiento.
El caballo sabe que tiene que volver al castillo. En la Edad Media,
el caballero andante tenía que traer el Grial, la piel de un dragón, o
al menos al maleante más temido del reino. Sin embargo, aunque son un
poco mayores que las sotas, sus temores por la incapacidad de llevar a cabo su misión persisten,
incluso siendo peor que en las sotas, ya que no cuentan con el margen
de la juventud y la inexperiencia. El caballo es plena acción, cada uno
está limitado por los significados que aporta cada palo, y aún con su
imagen de solidez y dureza, las cosas se les pueden escapar de las
manos. Cualquier persona que haya vivido una situación desconocida por
primera vez, donde probablemente haya sobreactuado, conoce a los
caballos en toda su extensión: su primer trabajo, su primer baile, su
primer ligue… Ni siquiera tienen tiempo para el entusiasmo porque están
plenamente sumidos en conseguir su objetivo.
Todos los caballos nos hablan de situaciones que están ocurriendo, y nos llaman a ser precavidos. Esta carta del tarot
nos invita a recapacitar bien si no nos estamos metiendo en camisas de
once varas por demostrar alguna cosa que al final no resulte ser de
tanta importancia. El caballero es joven, y por tanto, no desperdicia
las oportunidades de “conseguir puntos” para mejorar y ascender en su
escala social, así que comienza cualquier misión, aunque no tengan
ningún sentido. Su forma de aplicar la energía, depende del palo que
representan.
La posición del caballo entre las cartas del tarot es más avanzada que en las sotas, en posiciones centrales. Es una carta que pretende alcanzar un objetivo, o al menos imaginarse que lo alcanza,
y dependerá del resto de cartas de la tirada de tarot, deberemos usar
su energía o ser prudentes sobre lo que consultemos. En el amor, un
caballo que pueda indicar una separación, en el peor de los casos
requerirá una nueva tirada de tarot, ya que un caballo, por definición,
no conoce lo que es un final.
Caballo de Bastos
Hay que dejar salir a flote las pasiones que oculta el consultante en
su interior, la creatividad, el encanto. Vencer ese temor de mostrar la
inspiración que invade su ser. No ocultar el entusiasmo es el mensaje
de este arcano en una tirada de Tarot. No hay que desaprovechar el momento.
También puede ser señal de que ha llegado el momento de
independizarse, de buscar el camino no energía aunque esto implique ser
un tanto arriesgado. La aventura comienza y hay que vivirla con alegría.
Dejar de lado la timidez para mostrarse como se es realmente.
Caballo de Copas
Imagen de Amor, este arcano menor indica la posibilidad de vivir un romance, lleno de sentimientos de gran profundidad. En general, el palo de Copas está
relacionado con las emociones intensas. El corazón del consultante se
sentirá tocado por el amor, habrá que actuar en consecuencia y no
escapar.
Está también relacionado con otros sentimientos tales como la
melancolía, el amor tanto carnal como espiritual. Cuando aparece esta
carta la lectura del Tarot
será sumamente positiva, emocionalmente hablando, para quien lo
consulta. Mostrar los sentimientos será primordial y no encerrarse por
temor al fracaso.
Caballo de Espadas
Las espadas no siempre son el palo más deseado por el consultante en una tirada de Tarot.
En este caso es señal de que hay desafíos cerca, y puede que no sean
del tipo que más le agraden, pero lo más recomendable es que los acepte.
Serán oportunidades para demostrar su capacidad y su valor, le dará
confianza en sí mismo.
Las situaciones a las que se asocia este arcano menor
on aquellas que vinculan algún tipo de mensaje o aprendizaje, implican
conductas con ciertos valores. Incluso, según las cartas que la rodeen
en la tirada de Tarot, está diciéndole al consultante
que su vida actual está rodeada de situaciones que implican algún
aprendizaje y el desarrollo de las capacidades mentales de cualquier
tipo.
Caballo de Oros
Signo de prosperidad, el Caballo de Oros, traerá consigo la
posibilidad de sentir y experimentar la riqueza, habrá abundancia y
seguridad. Se sentirá orgulloso de los logros a nivel material. Las
oportunidades estarán, pero para aprovecharlas hay que estar bien
despierto.
También se piensa, cuando aparece este arcano menor,
que hay algún tipo de relación que es estable y que implica compromiso y
seguridad. Se disfrutará fisicamente con ella y el consultante no
debería dudar al momento de liberar sus pasiones.