Actualmente el Tarot es usado a partir de dos visiones diferentes y
excluyentes: la visión adivinatoria o futurológica y la visión de
auto-conocimiento. Mientras el Tarot Adivinatorio pretende conocer el
futuro, el Tarot de auto-conocimiento busca la transformación del ser
humano. Dentro de ésta visión tenemos varias líneas: Jodorowsky, Enrique
Ezquenazi, Liz Greene, Zigler, etc.
El Tarot Terapéutico tiene como objetivos sintonizar al
individuo con su esencia e identificar y ayudar a resolver bloqueos,
miedos y otros patrones de conducta que dificultan su realización
integral. Coloca en el centro de la cuestión la auto-transformación del
ser, es decir, trata de identificar los patrones de conducta, sistemas
de creencias, bloqueos y miedos que tienen que ser disueltos y las
actitudes a tomar para crecer.
LOS CINCO PRINCIPIOS TERAPÉUTICOS DEL TAROT
- Nuestras vidas son el producto de nuestras decisiones y no de las circunstancias. Somos plenamente responsables por la vida que tenemos.
- Tomamos nuestras decisiones a partir de nuestras creencias y patrones de conducta en ellas enraizados; por lo tanto, construimos nuestras vidas a partir de nuestras creencias.
- El principal obstáculo para alcanzar la realización en cualquier aspecto de la vida somos nosotros mismos, es decir, nuestra resistencia a cambiar los patrones de pensamiento y conducta que no funcionan.
- Atraemos lo que necesitamos para crecer y no lo que pensamos y menos lo que se nos antoja..
- Cada uno de nosotros lleva dentro los potenciales necesarios para realizarse en todos los aspectos y ser feliz.
La visión adivinatoria y la terapéutica discrepan en cuatro cuestiones fundamentales:
1ª El individuo y sus circunstancias. El Tarot Adivinatorio
pretende conocer hechos, el Tarot Terapéutico comprender los hechos que
ya conocemos. El centro de la cuestión no está en los hechos y las
circunstancias sino en el individuo que las vive.
2ª La cuestión del destino. Para quien hace futurología, el
destino gobierna nuestras vidas: “Si naciste para martillo, del cielo te
caen los clavos” y el Tarot acaba siendo un intermediario entre ese
todopoderoso destino y los simples mortales. Así, somos reducidos a
espectadores de nuestras propias vidas, por no decir a pollos de granja.
Para el Tarot Terapéutico somos los “cocineros” de nuestro
destino, continuamente lo estamos creando a partir de nuestras
decisiones, acciones y omisiones y en cualquier momento tenemos la
posibilidad de cambiarlo. Nuestra capacidad de crear nuestro futuro es
proporcional a nuestra conciencia. El Tarot Terapéutico es una
herramienta para cambiar el destino, pues nos ayuda a tomar conciencia
de lo que realmente está dificultando nuestra realización y muestra qué
actitudes necesitamos tomar si queremos liberarnos.
3. La cuestión de la responsabilidad. Para el Tarot
adivinatorio el ser humano es un esclavo. ¿Qué libertad puede tener
alguien cuya vida está amarrada al destino, hasta el punto de poder
conocer su futuro? Libertad y responsabilidad caminan juntas. Si
insistimos en mostrar a nuestros consultantes que sus vidas son el
producto de extrañas, ajenas e imprevisibles fuerzas como el azar,
destino, divina voluntad, o trabajos de magia estamos degradando los
seres humanos a la categoría de irresponsables que nunca podrán
liberarse por sí mismos. Y entonces llegan los salvadores…
Según la visión terapéutica somos totalmente responsables por
la vida que llevamos. Parar de colocar la responsabilidad (o la culpa)
de nuestra situación en los demás, en la pareja, los padres, el jefe, el
gobierno, el destino… es el primer paso para cambiar. “La felicidad y
la fortuna son cuestiones de elección y no de suerte”. Osho.
4. La cuestión del bien y del mal. El bien y el mal no son
verdades absolutas. Lo que es bueno para una persona hoy, puede no serlo
mañana. Lo que es bueno para mí, puede no serlo para usted. No existen
enfermedades y si enfermos. El Tarot Terapéutico no trabaja con el bien
y el mal, sin embargo considera: a.- que existe un aspecto nuestro,
particularmente íntimo que no fue alcanzado por las manipulaciones y
chantajes de la programación familiar, donde reposa la esencia del ser
humano. b.- que algunos aspectos de la programación familiar fueron
negativos. Estas consideraciones son ajenas al Tarot adivinatorio que
muchas veces toma prestados sus conceptos de bien y mal de las
religiones oficiales, adoctrinando todavía más sus consultantes y
dificultando que éstos sean ellos mismos.
Recapitulando, el fin del Tarot es la orientación espiritual,
ayudar al consultante en la búsqueda de su camino personal, entender
cuáles son las raíces de los problemas que enfrenta para que pueda
volver a fluir liberado de sus propios miedos y auto-restricciones. De
esta forma animamos a la persona a desarrollar su máximo potencial, a
salir adelante con una visión renovada y positiva.
El Tarot está interrelacionado con la astrología, la numerología, la
cábala y los mitos antiguos. Esto, junto a la creatividad visual con que
se agrupan los símbolos en cada carta, ayuda a un abordaje racional a
la vez que intuitivo de interpretación de las imágenes. Es una
herramienta excelente para lograr el auto-conocimiento así como la
realización de nuestras metas personales.
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