Conociendo al arcano menor nueve de bastos

En esta carta podemos ver de frente a un joven, que algunos afirman está vestido como un guerrero del medioevo, quien se encuentra con un basto en la mano, en actitud defensiva como si tratara de proteger la muralla hecha con bastos, la cual se encuentra tras de él. Igualmente, algunos expertos tarotistas subrayan la venda que este guerrero lleva en la cabeza como señal de una herida obtenida en un combate reciente. Lo cual combinado con su lenguaje corporal que puede leerse como máxima alerta, advierte a quien lo observa que nunca más lo volverán a tomar por sorpresa, pues la experiencia le enseñó a estar preparado. En resumidas cuentas esta carta simboliza al guerrero que está preparado para batirse en combate.

¿Que nos quiere decir este arcano?

El nueve de bastos representa una excesiva prudencia y desconfianza infundada. Terquedad, obsesión, reserva y perfeccionismo son otros de los conceptos que acompañan a este arcano. 

• Su lado positivo es emprender un nuevo camino con firmeza. 
• Su lado negativo es sentirse amenazado sin motivo. 

El Nueve de Bastos dentro de una lectura habla siempre de la necesidad de estar alertas y a la defensiva. Igualmente nos habla de la necesidad de tener cuidado por los caminos donde transitamos pues corremos el riesgo de salir lastimados. Por lo que en todo momento debemos actuar con cabeza fría, desde la razón y no solamente desde la emoción, pues podemos perder grandes cosas. De esta forma hay que tener raciocinio y estar prevenidos, sin que esto implique dejar de confiar en las personas que nos rodean, estar en contacto con nuestras emociones o convertirnos en seres agresivos. Por lo que aunque hay que ir con cuidado, no se puede perder la alegría y la confianza.

Así mismo, tal como dictan los tarotistas, esta carta también indica que el consultante debe ser fuerte y constante, a fin de poder levantarse siempre ante cualquier caída o tropiezo y poder continuar en la búsqueda del objetivo o meta que se ha trazado. Tal cual como el personaje de la carta, a pesar de las heridas debe tener la fortaleza para curarse y continuar en defensa de aquello en lo que cree. Para algunos incluso los bastos que están detrás de este guerrero puede que estén representando las cosas importantes en su vida, así como sus creencias.

En cuanto a los planos específicos de la existencia, el Nueve de Bastos cuenta también con significados específicos. Por ejemplo en el área laboral esta carta habla de la necesidad de ser perseverantes en aquello que deseamos. No obstante, también puede estar señalándonos que es el momento de partir del sitio en el que estamos, en búsqueda de nuevos horizontes, que nos permitan conquistar nuestros propios nichos profesionales. Esta carta –y por eso es importante analizarla en contexto- a veces le advierte al consultante que tal vez lleva mucho tiempo defendiéndose por defenderse cuando tiene la oportunidad de fluir y buscar su propio espacio.

En el plano afectivo igualmente esta carta habla de una relación que se ha mantenido en base a la defensa que el consultante hace de ella. No obstante –y para esto se debe tomar en cuenta las cartas al lado de las cuales aparece- a lo mejor es hora de soltar las situaciones y que la vida se encargue, pues muchas veces nos aferramos a aquello que justamente se nos hace difícil no por lo que represente o lo queramos, sin por el hecho simplemente de que es difícil y es un reto. Así el mejor consejo es reflexionar si realmente estamos por lo que significa estar o porque decidimos y nos acostumbramos al hecho de pelear por esa situación.

Para la salud es una carta bien aspectada, pues da cuenta de las fortaleza con la que cuenta el consultante o la persona por la que se pregunta de salir airoso de las dolencias que le aquejan. Igualmente puede hacer referencia a la constancia y perseverancia que deben colocarse en los tratamientos indicados para conseguir la cura. No obstante la situación esta carta nos cuenta que la persona tiene las fuerzas necesarias para continuar luchando por su vida y recuperarse de las dolencias, bien sean pequeñas, bien sean grandes.