Cuando se habla de los arcanos del Tarot, a menudo se les da el valor
de arquetipos primordiales, es decir, se considera a cada uno de ellos
como un modelo original vinculado a las cualidades divinas (La Justicia,
La Fuerza, La Templanza, la sabiduría de la Sacerdotisa o el
Ermitaño...) y también a las leyes de la naturaleza y sus elementos.
Y en base a esas cualidades y leyes, se les atribuye, aparte
de otros significados prácticos, un significado universal que permanece
inalterable. Por ejemplo, con relación a la Ley o Principio de
Polaridad: “Todo es doble, todo tiene dos polos, todo su par de
opuestos”, encontramos que los 22 arcanos mayores complementan
perfectamente sus fuerzas masculina y femenina, ya que hay diez arcanos
masculinos: El Mago, el Emperador, el Papa, el Carro, el Ermitaño, el
Colgado, el Diablo, el Sol, el Juicio y el Loco. Y diez arcanos
femeninos: La Sacerdotisa, la Emperatriz, la Justicia, la Rueda de la
Fortuna, la Fuerza, la Muerte, la Templanza, la Torre, la Estrella y la
Luna; más dos arcanos dobles: Los Enamorados, que en su imagen
representan la unión del hombre y la mujer, y el arcano del Mundo, que
representa la unión global de la materia y el espíritu. La materia, con
la imagen de los cuatro elementos representados por los cuatro signos
fijos del Zodíaco: León-Leo-Fuego, Águila-Escorpio-Agua,
Hombre-Acuario-Aire y Toro-Tauro-Tierra; y el espíritu, representado por
la imagen femenina central que simboliza el Anima-Mundi (Alma del
Mundo).
Asimismo, la Ley o Principio de Causa y Efecto: “Toda causa
tiene su efecto, todo efecto tiene su causa”, también está representada
en los arcanos mayores que, conforme a los tirajes y preguntas
realizadas, reflejan el karma pendiente (efecto de causas anteriores) y
el destino o devenir futuro (causas presentes que tendrán posteriores
efectos).
Por otra parte, algunos arcanos muestran explícitamente en su
enunciado y su imagen, la relación que les une con las fuerzas de la
naturaleza y el universo, como son:
- El Mago: Que representa la capacidad del hombre para utilizar los elementos naturales en su propio beneficio. En la imagen de este arcano aparece un hombre de pie frente a una mesa donde hay varios objetos, entre ellos: unas semillas o monedas, relacionadas con el elemento Tierra; un puñal desenfundado, relacionado con el elemento Aire; y un vaso o recipiente cilíndrico, relacionado con el elemento Agua. También el Mago lleva en su mano una vara de poder, relacionada con el elemento Fuego.
- La Muerte: Que representa los cambios cíclicos y evolutivos, las transformaciones personales a nivel anímico y las materiales nivel físico, corroborando la tesis filosófica de que la materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. En la imagen de este arcano aparece un esqueleto sosteniendo una guadaña, con la que remueve la tierra y saca al exterior otros restos de huesos humanos. El esqueleto es lo primero que se forma en el hombre y lo último que desaparece tras su muerte, simbolizando en este sentido lo esencial que siempre permanece a través de los cambios necesarios.
- La Estrella: Representa la guía que, desde el cielo, muestra a cada uno el mejor camino a seguir, el que más le conviene conforme a su evolución personal. La estrella evoca la espiritualidad, la inmensidad del universo y la continuidad de la vida en otros planos de la existencia, pero sobre todo, la Estrella acompaña y orienta mientras se está sujeto al tiempo y al espacio terrestre, a la vez que infunde la certeza interior de ser una parte más de la Creación, integrada en el perfecto engranaje de los ciclos cósmicos.
- La Luna: Representa la síntesis de las cualidades femeninas de la naturaleza, en la línea de pares de opuestos que se complementan. La Luna es el polo negativo y receptivo (pasivo-gestante), representa asimismo la noche, la oscuridad, el frío, el interior, la imaginación creativa, la fuerza inconsciente y los elementos del Agua y la Tierra. La Luna simboliza también el misterioso mundo de las facultades ocultas, de los sueños y de la intuición, facilitando la conexión con los espíritus y el mundo mágico de los seres elementales invisibles al ojo humano.
- El Sol: Representa en paralelo con la Luna, la síntesis de las cualidades masculinas de la naturaleza. El Sol es el polo positivo y generador (acción, semilla), es el día, la luz, el calor, el exterior, la voluntad creadora, la fuerza consciente y los elementos del Fuego y el Aire. El Sol simboliza asimismo la energía vital, el poder creador y regenerador, la prosperidad, la actividad, el movimiento y la posibilidad de hacer realidad los ideales, las metas y las aspiraciones.
Respecto a los arcanos menores, ya llevan incorporada la
fuerza de los cuatro elementos, repartida en sus cuatro palos clásicos:
Los bastos, representando al Fuego; las copas, al elemento Agua; las
espadas, al elemento Aire y los oros, al elemento Tierra.
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